LONDRES.- Numerosas capitales europeas vivieron manifestaciones a favor y en contra de que se apliquen políticas de acogida a refugiados en sus respectivos países. Londres, cuyo gobierno ha decidido recibir sólo a refugiados sirios que soliciten asilo desde campamentos de refugiados operados por Naciones Unidas, vio a miles de personas salir a las calles para expresar su solidaridad hacia los refugiados y en contra de las políticas de asilo del gobierno nacional. Según cifras de los organizadores, la manifestación convocó a “más de 100.000” personas. “Estamos un poco sorprendidos. No lo esperábamos”, dijo Abdulaziz Almashi, de la agrupación Syria Solidarity, al referirse a la amplia convocatoria lograda por el llamado. Delante del Parlamento de Westminster habló el flamante presidente de los laboristas, Jeremy Corbyn. “Abran sus corazones”, urgió. “Cambien su actitud. Ayuden a las personas que están desesperadas y necesitan un lugar seguro para vivir y quieren aportar algo a nuestra sociedad. Son personas como cualquiera de nosotros”, clamó.

Madrid también vivió una manifestación que recorrió calles del centro bajo el lema “Refugiados, bienvenidos”. Entre gritos de “No a la guerra” y “Ningún ser humano es ilegal”, los congregados respaldaron la apertura del país hacia los inmigrantes, después de que el gobierno aceptara acoger a más de 14.900 desplazados propuestos por la Comisión Europea. Distinto fue el clima en el Este europeo, donde algunos gobiernos reiteraron su rechazo a la iniciativa comunitaria de incorporar cuotas de aceptación obligatoria de refugiados para los países de la Unión Europea. El ministro del Interior eslovaco, Robert Kalinak, volvió a negarse a que se instaure un sistema de distribución obligatoria y señaló que su país, por el contrario, recibiría a sirios cristianos. El país estuvo marcado por la marcha de unas 1.000 personas en contra del Islam y otras 400 a favor de aplicar políticas de asilo para los refugiados. Similar fue la división vivida en República Checa y en Polonia, donde los intentos del concejo municipal de Varsovia por prohibir una manifestación fueron vanos y la plaza central de la capital se colmó con 5.000 nacionalistas. (DPA)